Ayer OnePlus presentaba al mundo el OnePlus 13, su primer teléfono con un precio de partida superior a los 1.000 euros. Es el fin de una era, ya que esta era una de las pocas compañías que lograba contener el precio de su gama alta por debajo de esta barrera psicológica.
Junto a este, llegaba el OnePlus 13R, una propuesta que ya estamos probando en Xataka y que, en opinión de servidor, es una compra mucho más lógica en calidad-precio. Este teléfono es el mejor ejemplo de lo que está sucediendo en la gama alta: está llegando un punto en que ni siquiera los usuarios más exigentes necesitamos tanto.
Un procesador de alto rendimiento pero a un menor precio
No necesito un 8 Elite. El Snapdragon 8 Elite es, junto al MediaTek Dimensity 9400, el mejor procesador que he probado nunca en un teléfono. Su rendimiento es sencillamente espectacular, y está lejos de todas las propuestas que había analizado hasta ahora. El problema es que apostar por este procesador suele traducirse en que, inevitablemente, el precio de partida suele ser muy alto.
Estamos acostumbrados a que, año tras año, la nueva gama alta tiene que tener un nuevo procesador pero… ¿qué problema hay con reutilizar uno del año pasado? El OnePlus 13R llega con un Snapdragon 8 Gen 3. Pongo la mano en el fuego a que ni un solo usuario sería capaz de distinguir entre este SoC y el 8 Elite en uso cotidiano. Yo, tras años analizando teléfonos, no lo soy.
“Si el ultra gran angular no va a ser bueno… que metan tijera”, afirma el autor de Xataka. “Puestos a que un sensor de 50 megapíxeles me ofrezca un resultado pobre, no tengo problema en que se hagan algunos recortes para abaratar”.
Experto en tecnología
- El OnePlus 13R y el Realme GT7 Pro ofrecen cámaras ultra gran angular de 8 megapíxeles, que aunque son mediocres, no muestran una diferencia significativa frente a los 50 megapíxeles.
- Es hora de distinguir aún más entre gama alta y gama alta premium, y considerar opciones más asequibles con características similares.
La nueva era de los teléfonos de gama alta
Es hora de distinguir aún más entre gama alta y gama alta premium. Hace unos años, cuando podías comprar un gama alta por 1.000 euros o menos, tenía sentido hablar de gama de entrada, gama media, gama media-alta y gama alta. Desde hace un tiempo, con la gama alta rondando los 1300/1500 euros, apostar por terminales con (casi) todo por 1.000 euros o menos, la gama alta “a secas” empezó a tomar fuerza.
¿El problema? Que esa gama “a secas” sobrepase los 1.000 euros es, al menos a día de hoy, muy poco atractivo. En estas cifras de precio merece mucho la pena gastar unos euros más y comprar un gama alta “con todo”. Como comentaba en el análisis del OnePlus 13, puedo aceptar que tenga peor cámara que el resto de sus rivales, pero solo si la diferencia de precio es alta.
En caso de que no lo sea, creo más lógico apostar por teléfonos que cuesten bastante menos que un gama alta premium. Por el momento, este tipo de propuestas rondan los 700/800 euros. Y que duren.