La difícil situación de los coches eléctricos en Alemania: baja demanda y exceso de stock.

Las ventas de coches eléctricos no están pasando por su mejor momento. La tecnología se está enfrentando a una recesión que muchos expertos auguran como temporal pero que está complicando la llegada de este tipo de automóviles al público general.

El desafío de conquistar a los consumidores

Como hemos venido contando en Xataka, el coche eléctrico está en un punto crucial. Una vez los clientes de las gamas más altas han absorbido la llegada de los coches eléctricos de “primera generación”, queda por conquistar al resto de potenciales consumidores con vehículos más asequibles.

El problema es que, de momento, los precios siguen siendo altos y la tecnología avanza lo suficientemente deprisa como para que vehículos lanzados hace unos pocos años ahora se hayan quedado atrás. Una problemática que afecta directamente al valor residual del vehículo y la venta de automóviles eléctricos de segunda mano.

Y un buen termómetro de la situación es Alemania. Porque el país europeo donde más coches eléctricos se compran (por volumen, en cuota de mercado sigue siendo Noruega) retiró las ayudas a la compra a finales del año pasado. Es, por tanto, un buen lugar donde mirar para entender cómo se están comportando los consumidores.

Los consumidores prefieren esperar

A finales de julio, la revista Auto Motor und Sport recogía que los concesionarios alemanes estaban teniendo verdaderos problemas para colocar sus vehículos eléctricos. Y ponían dos cifras concluyentes encima de la mesa:

  1. El 80% de los concesionarios estaban perdiendo dinero con la venta de sus coches eléctricos.
  2. El 70% de los concesionarios no aceptaban comprar coches eléctricos como parte del pago para un vehículo nuevo.

Con todo, las cifras de ventas de coches eléctricos en Alemania están a años luz de las que conocemos en España. Entre enero y junio, en el país germano se han matriculado 184,125 coches completamente eléctricos, mientras que en España se contabilizaron 25.141 matriculaciones, según datos de ACEA.

Pero aunque nos parezcan sorprendentes, los datos no son buenos. El volumen de matriculaciones ha caído más de un 16% en comparación al primer semestre de 2023 en el país germano.

Si tomamos en cuenta los grandes mercados de la Unión Europea, solo en Alemania y en Suecia han caído las ventas de coches eléctricos. En Alemania, las ayudas a la compra se acabaron de forma repentina a finales de 2023. En Suecia, las subvenciones a la compra de coches eléctricos son mínimas, en comparación de países como España, donde se puede obtener un descuento de hasta 7.000 euros.

El problema del exceso de stock

Y a estas cifras hay que sumar otra que llega desde el medio alemán Handelsblatt, uno de los principales diarios económicos del país.

Según sus cuentas, además de los más de 180.000 vehículos matriculados, hay otros 100.000 automóviles completamente eléctricos en el limbo. Estos coches se habrían quedado estancados antes de llegar al cliente por falta de demanda suficiente. Estos coches, no matriculados, esperan un nuevo dueño en los puertos o en las fábricas y almacenes de las propias compañías, que buscan la manera de dar salida a estos automóviles.

Parece, por tanto, que el fin de las ayudas a la compra es clave aunque no del todo decisivo. Tampoco hay que olvidar otros factores, como el intenso desembarco de automóviles que los fabricantes chinos han intentado en los últimos meses, con el objetivo de traer sus coches eléctricos a Europa antes de empezar a aplicar los mal llamados aranceles al vehículo eléctrico chino.

Impacto en los fabricantes germanos

La caída de la demanda, además, afecta directamente a los fabricantes germanos que están luchando por rentabilizar un salto al coche eléctrico que está siendo realmente costoso en términos económicos. Audi, por ejemplo, busca la manera de echar la persiana a su fábrica belga de coches eléctricos y Volkswagen ha echado para atrás algunos planes de expansión.

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