Cómo elegir la placa base perfecta para tu ordenador: consejos y recomendaciones

Las placas base son el corazón de cualquier ordenador, por lo que conviene saber cuál tenemos en nuestro PC o cuál necesitamos en el caso de que vayamos a comprarlo. Si lo vas a montar por piezas, cabe señalar que no toda placa base sirve para cualquier ordenador y debemos tener en cuenta una serie de consideraciones antes de decantarnos entre una u otra.

En este artículo vamos a repasar todo lo necesario para elegir bien la placa base de un ordenador

Ordenador por piezas o ya montado

Cuando compramos un ordenador ya montado por una tienda o un particular, debemos tener cuidado, sobre todo en el segundo escenario. Es posible que la placa base, o algún otro componente, no respete el estándar necesario para ofrecer una compatibilidad plena, lo que puede derivar en errores o problemas a futuro. Si es tu caso, puedes ver qué placa base tienes de muchas formas.

En cambio, si vas a montar tu propio ordenador o vas a hacer un pedido por piezas con el montaje realizado por una tienda, hay que tener en cuenta la compatibilidad de los componentes. Es necesario que la placa, el procesador y otros tantos componentes sean compatibles para que el ordenador en su conjunto funcione de forma correcta. Pero, ¿qué placa comprar? Para ello, debemos saber qué tipos de placas base existen en el mercado.

Tipos de placas base

Existen bastantes tipos de placas base, que más allá de realizar una misma función, se diferencian muchas veces en el tamaño; esto es para poder integrarlas en ordenadores de diferentes dimensiones.

  • ATX. Es el tipo de placa base más extendido y está orientado a ordenadores con torres de grandes dimensiones. El tamaño de estas placas es de 30,5 x 24,4 cm y permite incluir bastantes puertos y ranuras de expansión.
  • E-ATX. Este tipo de placa base es similar al ATX, pero tiene un tamaño bastante más grande. Normalmente se encuentra en ordenadores de grandes dimensiones, ya que su tamaño es de 30,5 x 33 cm. Se suelen utilizar en ordenadores de alto rendimiento y vienen con aún más puertos y ranuras de expansión.
  • Micro-ATX. También similar al ATX, este otro tipo de placa base cuenta con un formato más compacto, pero no sacrifica demasiados puertos y ranuras de expansión. Sus dimensiones son de 24,4 x 24,4 cm y se suelen utilizar en ordenadores con torres un poco más pequeñas.
  • FlexATX. Estas placas base también son más pequeñas que las ATX, pero a diferencia de las Micro-ATX, que tienen un formato cuadrado, estas cuentan con unas dimensiones de 22,9 x 19,1 cm. Suelen utilizar en ordenadores económicos.
  • Mini-ITX. Las placas base Mini-ITX son aún más pequeñas que las Micro-ATX y tienen unas dimensiones de 17 x 17 cm. Suelen utilizarse en ordenadores pequeños y no sacrifican demasiados puertos. Eso sí, son recomendables si en el futuro no quieres ampliar los componentes.

Qué placa base elegir en función de la actividad

Llega la hora de elegir una placa base, y para ello debemos tener claro qué actividad vamos a desarrollar en el ordenador.

    • Tamaño de la torre y actividad que vayamos a desarrollar

Lo primero que debemos tener en cuenta es qué torre vamos a tener en un ordenador. Por supuesto, si la torre es de grandes dimensiones y nuestro presupuesto nos lo permite, con una placa base E-ATX tendremos de sobra, sobre todo si estamos montando un ordenador gaming, pero las placas base ATX son muy populares por algo: por su tamaño, precio y funcionalidad. La MSI MPG B550 Gaming Plus (ATX) es ideal para montar un ordenador gaming de gama media, sobre todo porque tiene un precio muy ajustado.

    • Actualizar los componentes del ordenador

Además de elegir una placa base en función de la compatibilidad con el resto de componentes de un ordenador, es importante que tengamos en cuenta que quizás ahora queramos tener unos puertos y ranuras de expansión, pero que en el futuro queramos actualizar el ordenador. Para ello, cuanto mayor sea el tamaño de la placa base, mejor, y para ello podemos comprar placas base como una E-ATX, ATX o Micro-ATX. En este aspecto destaca la ASUS ROG Maximus Z790 HERO, una placa base E-ATX que permite actualizar el ordenador sin ningún problema.

    • El presupuesto

Por supuesto, no todas las placas base tienen el mismo precio, por lo que dependiendo del presupuesto que tengamos conviene que compremos un tipo de placa base u otra. Las placas base más económicas suelen ser las ATX y las Micro-ATX (debido a que son las más habituales). En cambio, las placas base que suelen tener un precio más elevado son las Mini-ITX y las E-ATX. Aquí hay que tener en cuenta el presupuesto, pero también la torre que tenemos y la placa base que podemos (no que queramos) utilizar.

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