El mercado automovilístico en España: el auge de los vehículos electrificados

En pleno 2024, el mercado del automóvil en España está viviendo algo inconcebible 15 o 20 años atrás: la mitad de los coches que se venden no son ni diésel ni gasolina.

El crecimiento de los vehículos electrificados no parece haber tocado techo

En 2024, la cuota de mercado de los vehículos de gasolina se sitúa alrededor del 40%, mientras que el diésel ha acabado relegado a una de cada 10 matriculaciones de un vehículo nuevo. Pero como adelantamos en este artículo en el que explicábamos (con datos) el coste de hacer miles de kilómetros por carretera en un solo viaje, los vehículos diésel pueden seguir teniendo mucho sentido en pleno 2024. Eso sí, si tienes dudas de si es más barato un coche eléctrico o diésel a largo plazo, con nuestra calculadora despejarás todas las dudas.

Diésel o gasolina, razones para elegirlos en 2024

Antes de nada, vamos a aclarar algunos conceptos básicos. Por eso, ¿qué es el diésel y qué es la gasolina? ¿Qué los diferencia y por qué cuestan distinto?

Las diferencias entre el diésel y la gasolina

En ambos casos hablamos de combustibles fósiles que tienen su origen en el petróleo. Si hablamos del diésel, éste está formado por tres partes de hidrocarburos saturados y una parte de hidrocarburos aromáticos. La gasolina, sin embargo, es una mezcla de hidrocarburos individuales como butanos, butenos y metilnaftalenos; y se obtiene de la nafta de destilación directa que es la fracción más ligera del petróleo.

El diésel, sin embargo, es un hidrocarburo líquido formado por parafinas y su uso está más extendido fuera del sector del automóvil por su alto poder energético. Además, su uso genera menos dióxido de carbono (CO2) pero sí expulsa una mayor cantidad de NOx y partículas finas (PMx) que la gasolina.

¿Por qué cuestan diferente el diésel y la gasolina?

En una situación habitual, el mercado español suele ofrecer la gasolina a un precio superior que el del vehículo diésel. Salvo contadas excepciones, el diésel es más barato aunque esto podría cambiar en un futuro si retocan los impuestos que pagan unos y otros.

Con el mercado funcionando a pleno rendimiento y sin agentes externos que lo alteren, el precio del diésel subirá si existe un problema técnico en una refinería o crece la demanda. Esto último parece complicado en un futuro europeo donde caminamos a una electrificación de la flota.

¿Cuándo debo comprar un coche de gasolina?

Aunque el mercado de electrificados está subiendo, la compra de un coche de gasolina sigue siendo una excelente opción para algunos perfiles de conductor.

Si nuestro día a día mezcla ciudad y carretera y realizamos entre 10.000 y 15.000 kilómetros, tan bueno es elegir un motor de gasolina como un híbrido. En este caso, lo verdaderamente interesante es calcular la diferencia de precio entre ambas motorizaciones y cuánto tardaremos en amortizar un coche híbrido si es más caro que el vehículo de gasolina.

En caso de decantarnos por el motor de gasolina, es buena idea comprobar si existe una opción con microhibridación. Como decíamos, en este caso no notaremos gran diferencia en el consumo final pero sí nos hará entrega automáticamente de una pegatina ECO de la DGT, lo que puede terminar siendo diferencial en las zonas de bajas emisiones que deberían irse desplegando por toda España muy pronto.

Por último, existe una razón simple y sencilla: queremos un coche deportivo. Si nos gusta el tacto de la gasolina y queremos un coche para disfrutar, sin importar el consumo, adelante, la gasolina es la mejor opción.

¿Cuándo debo comprar un coche diésel?

Es difícil recomendar un coche diésel en pleno 2024 pero lo ideal es que te hagas con uno si, sencillamente, eres el cliente prototípico de un vehículo diésel.

Años atrás, a la mayor parte del comprador se le recomendaba un coche diésel, independientemente de su uso, por el bajo consumo de esta motorización. Ahora, sin posibilidad apenas de conseguir una pegatina ECO (raro es el microhíbrido de diésel) recomendamos un coche diésel cuando se superan los 20.000 kilómetros anuales y el uso más extendido es por carretera de alta velocidad.

Hay que tener en cuenta que un coche diésel sufre mucho en los trayectos cortos. En estos casos es difícil que alcance la temperatura adecuada para poner a trabajar su filtro de partículas y éstos acaban colapsando. No es aconsejable hacer muchos kilómetros a diario en una conducción urbana con múltiples paradas.

No hay que perder de vista que un coche diésel puede compensar la inversión con el gasto en combustible pero también hay que tener en cuenta que son coches más caros de mantener y sus averías suelen ser más caras que las de un vehículo gasolina.

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