La Unión Europea ha anunciado su intención de imponer aranceles al mercado de coches eléctricos chinos como medida para proteger la industria automotriz local. Estos aranceles oscilan entre el 17% para empresas como BYD y el 36,3% para SAIC, mientras que Tesla será afectada con un 9%.
China responde con “kits desmontables”
China, no conforme con estas medidas tomadas por Europa, ha comenzado a tomar acciones para evitar los aranceles comerciales. Una de las estrategias que ha adoptado es el uso de “kits desmontables”, donde las partes clave del vehículo son ensambladas en China y luego se desmontan para ser enviadas a fábricas en otros países, donde se vuelven a ensamblar.
Empresas chinas buscan fabricar fuera de China
Varias empresas automotrices chinas están buscando establecer fábricas fuera de China para evitar estos aranceles. Ejemplos de esto son MG en Tailandia, BYD con planes en México y Chery que está aprovechando una antigua planta de Nissan en Barcelona para establecer una fábrica en Europa.
Guardando secretos en la industria automotriz
Una de las preocupaciones de China es que sus innovaciones tecnológicas en coches eléctricos sean filtradas a empresas occidentales. Para evitar esto, el Ministerio de Comercio de China ha instado a los fabricantes nacionales a proteger la información tecnológica y mantener la producción de piezas y sistemas clave dentro del país.
La respuesta de Europa
Europa ha advertido que las plantas chinas en suelo europeo podrán evitar el pago de aranceles siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos, como crear un nivel mínimo de valor en la Unión Europea. La estrategia de los “kits desmontables” podría no cumplir con estos requisitos, dejando a las empresas chinas sujetas a los aranceles.
El impacto en otros países
Aparte de Europa, otros países también han adoptado medidas similares. Brasil ha establecido un requisito de producción local del 50% para evitar aranceles, mientras que países como Turquía e India han impuesto aranceles a los vehículos chinos, dificultando la inversión de las empresas en esos mercados.
En conclusión, esta disputa comercial entre China y Europa tiene un impacto en los fabricantes chinos y en los consumidores que buscan adquirir coches eléctricos chinos. Queda por ver cómo China responderá si los aranceles entran en juego.