La quiebra de Norhtvolt: impacto en la industria de coches eléctricos

La compañía sueca Norhtvolt, líder en producción de baterías para coches eléctricos, ha solicitado la quiebra en Estados Unidos después de varias semanas de intentos de encontrar nuevas financiaciones para el proyecto. A través de un comunicado, la empresa ha confirmado esta situación, explicando que la solicitud de quiebra les permitirá acceder a 145 millones de dólares en efectivo, sumados a otros 100 millones proporcionados por uno de sus clientes. Sin embargo, según Reuters, la compañía solo tenía en caja 30 millones de dólares, mientras que su deuda asciende a 5.800 millones de dólares.

La esperanza europea se desvanece

Hasta hace poco, Norhtvolt era la gran promesa europea para reducir la dependencia china en la producción de baterías para coches eléctricos en Europa. Sin embargo, la situación económica de la empresa ha cambiado drásticamente en los últimos meses. En septiembre, anunciaron el despido de 1.600 empleados y desde entonces han estado buscando nuevos socios sin éxito. Además, Reuters informó recientemente que la producción de Norhtvolt en sus plantas se había reducido.

La falta de confianza en la empresa y las perspectivas del mercado

La falta de socios para apoyar a Norhtvolt refleja un problema de confianza en la empresa, pero también plantea dudas sobre las perspectivas del mercado de coches eléctricos en Europa. La producción de coches eléctricos ha disminuido en un 4,9% de enero a octubre en comparación con el mismo período del año pasado, según los últimos datos de ACEA. Esto también ha llevado a una disminución en la cuota de mercado, pasando del 14% en 2023 al 13,2% actual.

La dependencia de China en la producción de baterías

China es responsable del 83% de la producción mundial de baterías para automóviles, lo que representa un desafío para la Unión Europea, que solo produce el 3% de las baterías que se venden en el mercado actualmente. La UE tiene como objetivo aumentar su producción a un 25%, pero actualmente carece de las capacidades suficientes. Esta dependencia de China es una mala noticia para Europa, que está apostando por el coche eléctrico como parte de su transición hacia formas más sostenibles de transporte.

Impacto en fabricantes europeos

La crisis de Norhtvolt refleja los desafíos que enfrentan los fabricantes europeos de coches eléctricos en medio de la transformación del mercado y las regulaciones de emisiones más estrictas. Volkswagen, por ejemplo, ha amenazado con el cierre de tres plantas, mientras que Ford ha anunciado el despido de 4.000 empleados en Europa. Esta situación plantea dudas sobre la competitividad de Europa en la industria automotriz.

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