El Premio Nobel de Física 2024 ha sido otorgado a dos pioneros cuyo trabajo ha transformado el campo del aprendizaje automático, clave para el desarrollo de la inteligencia artificial. Los galardonados, John Hopfield (91) y Geoffrey Hinton (76), han sido reconocidos por sus contribuciones fundamentales a las redes neuronales artificiales, tecnologías que hoy en día permiten a las máquinas aprender y realizar tareas similares a las funciones cognitivas humanas.
Contribuciones galardonadas
La Real Academia Sueca de Ciencias otorgó el premio destacando los “descubrimientos e invenciones” de ambos científicos, que han sentado las bases del aprendizaje profundo, utilizado en aplicaciones como el reconocimiento facial y la traducción de lenguajes. Hopfield, profesor en la Universidad de Princeton, desarrolló en 1982 un modelo de memoria asociativa capaz de almacenar y reconstruir patrones, mientras que Hinton, apodado “el padrino de la IA”, revolucionó el campo al idear un método para que las máquinas identifiquen patrones en los datos de manera autónoma.
“El aprendizaje es una capacidad fascinante del cerebro humano”, destacó Ellen Moons, presidenta del Comité Nobel de Física, subrayando la inspiración de las redes neuronales artificiales en el funcionamiento del cerebro humano.
Implicaciones y advertencias
Si bien los avances de Hinton y Hopfield han impulsado tecnologías clave en nuestra vida cotidiana, Hinton ha advertido de los peligros inherentes al desarrollo acelerado de la inteligencia artificial. Tras recibir el Nobel, reiteró su preocupación por el potencial de que estas tecnologías “se salgan de control”. Ya en 2023, Hinton renunció a su cargo en Google para alertar sobre los riesgos futuros, afirmando que en los próximos cinco a veinte años existe una probabilidad del 50% de que tengamos que enfrentar una IA capaz de tomar el control.