China denuncia aranceles de la Unión Europea a coches eléctricos

Quedaba sólo una noche para Halloween pero la pesadilla de los aranceles se le adelantó al coche eléctrico chino. Era 30 de octubre cuando la Comisión Europea confirmó que empezaría a cobrar una tasa adicional a todos los coches eléctricos llegados desde China que pasaran las fronteras europeas.

China denuncia la medida

Aunque la medida era ya un secreto a voces, la Unión Europea y China mantenían conversaciones para tratar de llegar a un acuerdo menos punitivo para estos últimos. Recordemos que no sólo los coches eléctricos de fabricantes chinos estarán gravados con nuevos aranceles, también los de compañías occidentales que fabriquen allí sus automóviles.

En respuesta, China ha denunciado la medida a la Organización Mundial del Comercio, ya que entiende que esta decisión “carece de base fáctica y jurídica, viola las normas de la OMC”, en palabras recogidas por El País y publicadas por el Ministerio de Comercio del país.

“Proteccionismo comercial”

En su queja, China expone a la OMC que la Unión Europea está desplegando una estrategia de “proteccionismo comercial” que ataca directamente a una “innovación independiente y continua” de la tecnología de coches eléctricos.

“Instamos a la UE a enfrentar sus errores y corregir de inmediato sus prácticas ilegales, y a mantener conjuntamente la estabilidad de la cadena mundial de suministro de vehículos eléctricos y la cooperación económica y comercial entre China y la UE”, afirmó el Ministerio de Comercio chino en su queja a la OMC.

Nuevos aranceles

En sus aranceles a los coches eléctricos chinos, la Unión Europea ha optado por gravar a las compañías con diferentes porcentajes, después de una investigación en la que defienden el grado de intervencionismo del Estado en cada empresa y la voluntad de cooperación en las mismas.

Así, los aranceles a los coches eléctricos chinos han quedado de la siguiente manera:

  • Marca A – 20%
  • Marca B – 15%
  • Marca C – 10%
  • Marca D – 5%
  • Marca E – 0%

A estas cifras hay que añadir un 10% adicional que ya se cobraba a la entrada de los vehículos llegados desde fuera de la Unión Europea, siempre y cuando no tuvieran un tratado comercial con las instituciones del continente, lo que parece que puede aprovechar China para introducir coches eléctricos sin hacerse cargo de esta nueva tasa.

Represalias chinas

Aplicar diferentes tasas en función de la compañía era una de las líneas rojas de las negociaciones para China. Entre las represalias llegadas del país asiático, se ha puesto sobre la mesa una investigación al brandy (apuntando a Francia) o a las importaciones de cerdo (apuntando a España) pero, sin duda, lo que más efecto puede tener es el veto del Estado chino a que sus fabricantes se instalen en países que han votado a favor de los aranceles, como Francia o Italia, según recoge Reuters.

Las presiones chinas han conseguido erosionar las posiciones de gobiernos como el alemán (que votó finalmente en contra) o del español (que se abstuvo en la última votación).

Continúan las conversaciones

Con todo, las conversaciones entre la Unión Europea y China se mantienen abiertas. Los nuevos aranceles se han proyectado a cinco años vista, y al Unión Europea ha decidido que no cobrará los derechos compensatorios que estaban activos desde el pasado verano hasta la activación de esta nueva tasa.

Explican en Bloomberg que desde Europa se han enviado emisarios a China para continuar las conversaciones y tratar de llegar a un acuerdo que suavice las tensiones comerciales. China habría propuesto vender sus coches eléctricos por encima de un precio suelo, lo que ha sido rechazado por al Unión Europea.

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