El futuro de Tesla: Automoción eléctrica y automatización de vehículos.

El segmento de la automoción tiene dos grandes objetivos por delante. También dos grandes retos. Por un lado, conseguir que los vehículos de combustión sean cosa del pasado, algo que se antoja clave de cara a conseguir las metas de descarbonización a nivel global. Por otro, que los coches puedan conducir ‘solos’. Y una de las empresas que más empeño está poniendo tanto en la popularización del coche eléctrico como en su automatización en carretera es Tesla.

El software detrás de los coches eléctricos de Tesla

Sus fábricas Gigafactorías son imponentes. Lo sabemos bien, ya que recientemente estuvimos en la fábrica de Tesla en Berlín a la que no tantos han tenido acceso. Pero más allá de las cuestiones mecánicas inherentes a un coche, en Tesla tenemos el software que se encarga no sólo de controlar todos los parámetros del vehículo, sino de leer todo lo que recogen las cámaras e interpretarlo de cara a los automatismos y, en última instancia, el Autopilot.

El Autopilot de Tesla y su respuesta a las señales

Ese sistema no es infalible, lo que ha provocado algunos accidentes estos últimos años, pero más allá de los fallos de software y algún que otro bug, si un Tesla no hace caso a algunas señales es… porque está programado para ello.

En la segunda mitad de 2022, Tesla anunció que iba a prescindir de radares y sensores en sus coches. Fue una medida que nos tomó a todos a pie cambiado debido a que esos radares, junto al trabajo de las cámaras, son los que más eficientemente pueden ‘leer’ la situación de la vía en tiempo real.

El trabajo de los analistas de datos de Tesla

El proceso para que un coche conduzca solo o asista en un gran porcentaje a la conducción es complicado. Las cámaras recogen imágenes que son enviadas al ordenador central, quien las analiza y envía una orden a los sistemas de seguridad. Todo ello debe hacerse en una porción de tiempo ínfima porque el tiempo de reacción en carretera es vital.

Si nosotros estuvimos viendo cómo trabajan los más de 12.000 empleados y las numerosas máquinas en la Gigafactoría de Berlín, el equipo de Business Insider ha podido ver cómo es el trabajo de los que se encargan del software. Pero no en el centro de datos, claro, sino a través de las declaraciones de 17 trabajadores actuales y anteriores de dicho segmento de Tesla.

La polémica sobre la privacidad de datos y el trato a los empleados

Pero claro, trabajar con las imágenes que captan las cámaras de vehículos privados tiene un efecto secundario: la privacidad. En abril del año pasado, saltaba la bomba: trabajadores de Tesla habían compartido imágenes sensibles grabadas por los coches de clientes.

También se registraban las visitas a los baños y es algo que llevó a los trabajadores de este centro neoyorkino a lanzar una campaña sindical. Estaban cansados de “ser tratados como robots”. Eso llevó al despido unos 300 trabajadores de la planta de Buffalo.

 

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