Ford renueva el formato Explorer con un SUV eléctrico y potente

Ford ha decidido renovar por completo el formato Explorer. Aunque el Ford Explorer se dio a conocer como todoterreno, en los últimos años se había convertido en el gran SUV híbrido enchufable de la marca. Un coche en lo que llamamos “formato americano”, de dimensiones enormes y unas formas cuadradas muy marcadas.

Ficha técnica del Ford Explorer

La llegada del nuevo Ford Explorer se ha hecho esperar. El SUV eléctrico estadounidense se ha ido retrasando y parecía que las baterías eran el motivo. Se rumoreó que el SUV llegaría con baterías LFP, en lugar de las iniciales NMC, para abaratar costes pero esto no ha sido finalmente así.

Las baterías LFP son más pesadas y necesitan mayor espacio para rendir los mismos kilómetros que las baterías NMC. También son baterías menos potentes a igualdad de tamaño y pueden entregar menos energía eléctrica, además tardan más en cargarse.

Sin embargo, este tipo de acumuladores de energía también son más baratos. Algo que es imprescindible para Ford, quienes han tenido graves problemas de rentabilidad con su Ford Mustang Mach-E y a quienes el salto al coche eléctrico les ha costado una enorme cantidad de millones. Hasta el punto de haber redefinido la estrategia.

Las baterías LFP también tienen su parte buena, especialmente para quienes aspiran a mantener su coche durante el mayor tiempo posible. Este tipo de acumuladores de energía son más fiables y presentan una menor degradación con el paso del tiempo que las baterías NMC, por lo que su relación de precio/vida útil pueden compensar si no necesitamos un coche tan potente o podemos asumir recargas un poco más lentas.

Dándole personalidad al Ford Explorer

En cuanto a las sensaciones dentro del Ford Explorer Eléctrico, la compañía norteamericana ha tratado de dar su propio toque a una estructura que viene irremediablemente definida por la plataforma MEB de Volkswagen que Ford comparte en este coche eléctrico.

Esto provoca que los defectos sean los mismos que, por ejemplo, en un Volkswagen ID.4 o un Volkswagen ID. 5. La ergonomía es un problema al volante. Lo de menos son los botones del mismo, táctiles y con respuesta háptica, pues funcionan bien. Pese a ello, nada como presionar un botón físico.

Pero hay muchas otras decisiones que duelen. La ausencia de mandos físicos para el control del climatizador que, aunque tiene atajos a mano, requiere entrar en un menú secundario para subir la potencia del ventilador, por ejemplo. Las ventanillas mantienen la disposición de las de Volkswagen: solo dos mandos físicos para las cuatro ventanillas y un botón táctil para saltar al control de las delanteras a las traseras.

Con todo, hay que admitir que Ford ha sabido darle su toque propio.

Ya en movimiento, el Ford Explorer eléctrico me ha sorprendido muy gratamente.

Con su motor de 340 CV llega la tracción total. El coche va más que sobrado de potencia, aunque su peso se vaya por encima de los 2.100 kg. La respuesta es sobresaliente y, de hecho, aseguran desde la marca que el 0 a 100 km/h lo cubre en un segundo menos que un Ford Focus ST.

Pero es enlazando curvas cuando más destaca la puesta a punto de Ford que, señalan desde la marca, han querido que no pierda ese toque propio. La suspensión tiende a durita y eso supone cierto compromiso en algunas situaciones, como algún pequeño bache que se deja sentir en el interior más que en otros rivales.

La dirección está lo suficientemente filtrada para no sentir todas y cada una de las irregularidades del asfalto pero sí tiene un buen peso. Con la velocidad, gana en inmediatez con una progresividad muy bien medida. Esto aporta una gran seguridad cuando metemos volante y no nos obliga a hacer pequeñas correcciones en marcha.

En cuanto a los sistemas de ayuda a la conducción, los denominados ADAS, tenemos que probarlos con mayor profundidad aunque los resultados han sido buenos en la mayor parte de los escenarios.

El precio, un asunto con asteriscos

En esta primera toma de contacto, el Ford Explorer eléctrico parece un buen coche eléctrico y con un tamaño de menos de 4,5 metros, con unas plazas traseras amplias y un maletero de 470 litros puede ser un coche a tener muy en cuenta porque sus 602 kilómetros de autonomía lo convierten en un coche más que útil en largas y cortas distancias.

Pero habrá que ver qué acogida tiene el coche con un precio de salida de 51.750 euros (58.750 euros para la versión con 335 CV).

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