El Volvo XC90 se renueva de forma profunda para mantener el empuje entre los SUV de lujo. Una vez presentado hace ya más de un año el Volvo EX90, el que será su hermano eléctrico, tocaba mantener viva la gama con sus versiones de combustión.
Relacionados
Un lavado de cara que apuesta por la sencillez y lo familiar
En un mercado donde los fabricantes de SUV de lujo han apostado claramente por “embrutecer” sus coches con líneas más y más agresivas, Volvo mantiene en su XC90 las formas limpias que han caracterizado al modelo desde que lo viéramos por primera vez. Un coche que tiene una enorme presencia sin necesidad de articular barrocas líneas de tensión en la carrocería.
En esta profunda renovación de la gama, los cambios se han centrado en el frontal. El coche hereda la firma lumínica de “martillo de Thor” que ha caracterizado los últimos lanzamientos y juega con una parrilla de lamas en disposición oblicua. Además, adapta un nuevo paragolpes y guardabarros.
Pantalla central de 11,2 pulgadas y software renovado
En el interior, vuelven a funcionar las formas sencillas y limpias que nos entrega un habitáculo sin estridencias. El gran cambio llega con su pantalla central de 11,2 pulgadas donde se aprovecha un software renovado con una interfaz que bebe del EX90 y de sus hermanos eléctricos. Por lo tanto, encontraremos un sistema de infoentretenimiento que correrá sobre Android Automotive.
Énfasis en la mecánica
Pero es en su mecánica donde Volvo pone más énfasis. La marca, que fue una de las primeras grandes compañías en anunciar ambiciosos planes eléctricos, asegura que los híbridos (enchufables y no enchufables) son “la opción adecuada para el contexto actual, ya que el mercado premium totalmente eléctrico todavía se está desarrollando en varios mercados clave. Los híbridos enchufables siguen siendo claves para nuestros planes de crecimiento de ventas y ganancias en los próximos años”.
Por lo tanto, el Volvo XC90 se renueva con la clara intención de reimpulsar las ventas de la compañía y actuar como bote salvavidas en el revuelto mercado del coche eléctrico. La propia compañía reconoce que su hoja de ruta se ha suavizado y que ahora sus híbridos enchufables son “un puente sólido para los clientes que no están preparados para la electrificación completa“, en palabras de Jim Rowan, CEO de la compañía, recogidas por Automotive News.
Detalles de la mecánica y los asistentes de conducción
En su SUV de lujo, Volvo mantiene para España una opción de gasolina con microhibridación (pegatina ECO) que desarrolla 250 CV y un híbrido enchufable que produce un máximo de 455 CV. En este último caso se trabaja con un motor de combustión de 310 CV que mueve las ruedas delanteras y un segundo motor eléctrico de 145 CV para mover el eje trasero. La batería es de 14,7 kWh y entrega 70 km de autonomía completamente eléctrica.
En cuanto a asistentes a la conducción, el Volvo XC90 llega con una batería de asistentes de seguridad, entre los que destaca la maniobra de esquiva automática para evitar el choque contra vehículos, peatones, ciclistas o animales. Se ahonda así en sus señas de identidad familiares con versiones, además, de siete plazas.