El fabricante chino de vehículos eléctricos XPeng busca la manera de producir sus automóviles dentro de la Unión Europea o en países con acuerdos comerciales favorables. La marca, que pertenece al grupo GAC, aspira a ofrecer vehículos con una buena relación entre equipamiento, tecnología y precio, sin caer en la gama baja. Aunque su cuenta de resultados no es la mejor, XPeng destaca por su avanzada tecnología de conducción autónoma.
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El acuerdo con Volkswagen
XPeng ha llegado a un acuerdo con Volkswagen para que las nuevas plataformas de Audi para coches eléctricos vendidos en China lleven la firma de XPeng. Para alcanzar este acuerdo, Volkswagen ha invertido 700 millones de euros. La tecnología de conducción autónoma de XPeng ha sido clave para cerrar este trato y se espera que ayuden a Volkswagen a recuperar el mercado chino.
El salto a Europa
China necesita expandirse al mercado europeo para ser relevante en la industria automovilística. Sin embargo, las intenciones de los fabricantes chinos se encuentran con barreras comerciales, como los derechos compensatorios europeos que hacen que la importación de vehículos chinos sea más costosa. Ante esto, XPeng y otras compañías buscan soluciones como la producción en suelo europeo para evitar estos costos adicionales.
El enfoque en el software
XPeng considera que el software es un valor clave en la compra de sus vehículos. La compañía destaca la importancia de contar con un espacio dedicado exclusivamente al desarrollo de software en Europa para mejorar los sistemas de asistencia a la conducción. Defienden que romper las fricciones en este aspecto es fundamental para conquistar al cliente europeo.
Alternativas de producción
Además de la producción en suelo europeo, otras alternativas han surgido para la producción de vehículos eléctricos destinados al mercado europeo. Marruecos se ha convertido en una opción atractiva debido al tratado comercial que mantiene con la Unión Europea, lo que permite la venta de vehículos sin aranceles. También se plantea la posibilidad de aprovechar fábricas existentes en diferentes países para el ensamblaje de coches chinos.