Los ejemplos de Francia y Corea: ¿Es bueno estatizar parte de la distribución eléctrica?

En medio de los recientes cortes de luz, el debate sobre la posible estatización de la distribución eléctrica en Chile se ha intensificado.

La situación crítica que enfrentan algunas zonas del país, con más de 10 días sin energía eléctrica, ha generado una discusión sobre el papel de las empresas privadas en la distribución eléctrica y la posibilidad de que el Estado asuma un mayor control en este sector.

¿Es viable la estatización parcial del suministro eléctrico en Chile?

Los constantes problemas con empresas como Enel y CGE han llevado a muchos a recordar la antigua Chilectra, la empresa estatal que controlaba la distribución eléctrica en el pasado. El ministro de Energía, Diego Pardow, ha sugerido la posibilidad de que el Estado recupere parte del control de la distribución eléctrica para manejar mejor las emergencias. No obstante, surge la pregunta: ¿Es factible que el Estado asuma este rol nuevamente?

Chilectra, que fue estatal entre 1970 y 1983, se privatizó posteriormente, lo que dio paso a la estructura actual del mercado eléctrico en el país. Hoy en día, todas las operaciones de distribución están en manos privadas. Expertos del sector eléctrico plantean dudas sobre si una empresa estatal podría resolver los desafíos actuales de la red eléctrica de manera más eficiente que las entidades privadas.

Los modelos de Francia y Corea: ¿Un ejemplo a seguir?

El ministro Pardow mencionó los ejemplos de Francia y Corea del Sur como modelos donde el Estado tiene un control significativo sobre las empresas eléctricas. En Francia, la empresa EDF es 100% estatal, mientras que en Corea, Kepco es mayoritariamente controlada por el Estado, aunque con participación privada.

Estos países han demostrado que las empresas públicas pueden desempeñar un papel crucial en la distribución eléctrica, asegurando servicios de alta calidad e innovación constante. En estos casos, el Estado no solo posee la infraestructura, sino que también supervisa y mantiene las operaciones, ya sea directamente o a través de concesiones a empresas privadas.

Javier Piedra, académico de la Universidad de Concepción, destacó que en lugares como Chile, donde todo el sistema está privatizado, la situación es diferente. Mientras que Humberto Verdejo, de la Universidad de Santiago, advirtió que una empresa estatal no resolvería automáticamente los problemas actuales. Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de Acera, también mostró escepticismo, cuestionando la capacidad del Estado para sancionar a una empresa que es de su propiedad en caso de fallas.

Desafíos y consideraciones para el futuro

La discusión sobre la estatización parcial del suministro eléctrico en Chile no es nueva, pero cobra fuerza en tiempos de crisis como el actual. La principal preocupación es si el Estado podría manejar con eficiencia y transparencia una parte del sistema eléctrico, garantizando un servicio de calidad a los ciudadanos.

El debate también se centra en la independencia de las sanciones y regulaciones, ya que podría existir un conflicto de intereses si el Estado actúa como juez y parte. Además, se debe considerar la capacidad técnica y operativa del Estado para gestionar un sistema tan complejo y vital como el de la distribución eléctrica.

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