Fuentes de Nikkei aseguran que Apple abandonará el uso de pantallas LCD en sus iPhone para el año 2025. Esta medida implica no solo un cambio para los usuarios, sino también el fin de una era para Apple, ya que dejará de colaborar con Japan Display (JD) y Sharp en la fabricación de pantallas para sus dispositivos.
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No más LCD en el iPhone: una evolución necesaria
El uso de pantallas LCD en los iPhone SE se justificaba como una evolución leve de los paneles que Apple ha venido utilizando desde el iPhone 6. Sin embargo, los rumores sobre la próxima generación del iPhone SE apuntan a la adopción de paneles OLED, lo cual presagia el fin de este formato.
Nikkei asegura que Apple terminará su colaboración con JD y Sharp para adquirir paneles OLED.
Esta decisión implica el fin de un acuerdo importante, ya que JD y Sharp tuvieron una participación combinada del 70% en la fabricación de paneles para Apple hace diez años.
El salto a OLED y la llegada de nuevos fabricantes
La transición a pantallas OLED en los iPhone introdujo a BOE Technology, LG Display y Samsung Electronics en el proceso de fabricación. Desde el lanzamiento del iPhone X, el primer dispositivo de Apple en utilizar pantallas OLED, la compañía ha apostado por esta tecnología en toda su línea, a excepción del iPhone SE.
Según informes, Samsung Electronics es responsable del 50% de la producción de paneles para el iPhone, mientras que LG Display y BOE tienen una participación del 30% y el 20%, respectivamente. Aún no se han revelado detalles sobre qué fabricante se encargará de desarrollar los paneles para la próxima generación del iPhone SE.
El futuro del iPhone SE y la llegada de un nuevo modelo Air
Aunque Apple nos dará a conocer el iPhone 16 en una semana, no se espera que se presente un nuevo iPhone SE en ese evento. Los rumores apuntan a un lanzamiento en 2025, año en el cual también se espera un cambio importante en la familia iPhone con el lanzamiento de un nuevo modelo Air.
Esta noticia marca el fin de una tradición peculiar, ya que la tecnología LCD solo se reservaba para los dispositivos Android de gama baja y los modelos SE de Apple. Siendo una de las principales referentes en calidad de pantallas, la eliminación del IPS se hacía necesaria.