Intel pierde su cuota de mercado en el sector de las tarjetas gráficas, según los últimos datos de Jon Peddie Research.
La compañía enfrenta un desplome en las ventas de su serie Arc Alchemist, con un 0% de participación en el mercado de GPUs dedicadas, mientras que NVIDIA y AMD continúan dominando este segmento con un aumento significativo en sus envíos.
Un intento fallido en el competitivo mercado
La entrada de Intel en el mercado de las tarjetas gráficas comenzó con grandes expectativas, especialmente con el lanzamiento de la serie Arc Alchemist a finales de 2021. Esta línea prometía destacar en aspectos como el rendimiento en juegos con APIs modernas, como DirectX 12 y Vulkan. No obstante, los problemas técnicos y de compatibilidad llevaron a la compañía a sufrir graves tropiezos.
Uno de los principales problemas que afectó a la serie Arc Alchemist fue la falta de avances en el desarrollo de sus GPU, lo que impidió que Intel pudiera competir con la eficiencia y estabilidad de sus rivales. Además, los drivers de las tarjetas también presentaron numerosas fallas, lo que afectó negativamente tanto el rendimiento en juegos como la estabilidad del sistema.
NVIDIA y AMD ganan terreno
Mientras Intel luchaba por ganar terreno, NVIDIA y AMD aprovecharon el momento para fortalecer su presencia en el mercado. Según el informe de Jon Peddie Research, durante el segundo trimestre de 2024 se distribuyeron alrededor de 9,5 millones de tarjetas gráficas, de las cuales NVIDIA acaparó el 88% del mercado, mientras que AMD consiguió el 12% restante.
El fracaso de Intel queda reflejado en el hecho de que no logró vender ni una sola tarjeta gráfica durante este mismo periodo. En comparación, el mercado general de tarjetas gráficas creció un 9,4% respecto al trimestre anterior y un impresionante 48% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Los retos de Intel con la serie Arc Alchemist
Uno de los principales factores que contribuyó al fracaso de las tarjetas gráficas de Intel fue la incompatibilidad con juegos antiguos, que no estaban optimizados para APIs modernas como DirectX 12 o Vulkan. Esto hizo que muchos títulos no funcionaran correctamente en las tarjetas Arc, lo que afectó la experiencia de los usuarios que buscaban retrocompatibilidad con sus bibliotecas de juegos.
A pesar de estos desafíos, Intel aún no ha tirado la toalla. La compañía está desarrollando una nueva arquitectura gráfica llamada Battlemage, la cual se utilizará en las futuras GPUs integradas de sus procesadores. Sin embargo, no está claro si esta arquitectura se aplicará también a tarjetas gráficas discretas, lo que genera incertidumbre sobre su futuro en este segmento.
NVIDIA y la nueva generación de tarjetas gráficas
Por otro lado, NVIDIA sigue innovando y se prepara para el lanzamiento de su nueva serie de tarjetas gráficas, la GeForce RTX 50, en el primer trimestre de 2025. La más esperada de la serie, la GeForce RTX 5090, requerirá fuentes de alimentación más potentes, como la MSI MEG Ai1600T, que incluirá conectores de 16 pines para suministrar hasta 600W de energía. Esto permitirá a los usuarios aprovechar al máximo las capacidades de las nuevas tarjetas en aplicaciones de juegos y inteligencia artificial de escritorio.