El golpe de la Comisión Europea al coche eléctrico chino se consumaba el 12 de junio. Tras avisos de Ursula von der Leyen acerca de que se estaban empezando a investigar “los subsidios sobre los vehículos eléctricos procedentes de China”, el plan se consumaba con unas cifras que tendrán un altísimo impacto en la industria del automóvil eléctrico: hasta un 38% de aranceles a partir del mes de julio.
La rebaja de los aranceles
Dos semanas después, la Comisión Europea rebaja estos aranceles provisionales. Se ha de tener en cuenta que no será hasta el mes de noviembre cuando se decidan los derechos definitivos, y que las cifras siguen sujetas a negociaciones por parte de la comisión y fabricantes implicados.
Detalle de los aranceles
Como se habían impuesto los aranceles. La nota de prensa oficial de la Comisión detallaba los aranceles que se habían impuesto a cada uno de los tres grandes fabricantes chinos. Aquellos que habían cooperado en las investigaciones de la CE quedaban sujetos a cifras cercanas al 20%. Otros, como el grupo SAIC, rozaban el 40% de aranceles por falta de cooperación.
- BYD: 17,4%.
- Geely: 20%.
- SAIC: 38,1%.
Así quedaba la fotografía de los aranceles a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, unas cifras que sacuden por completo la industria del coche chino. Su principal atractivo, el precio, dejará inevitablemente de ser el que llevamos viendo durante estos años.
Los cambios actuales
Los cambios actuales indican que la Comisión Europea ha revisado a la baja las cifras, las cuales, como mencionamos anteriormente, aún podrían sufrir más modificaciones. La noticia no tan alentadora es que el ajuste es mínimo, por lo que no parece probable que las cifras impuestas por la UE experimenten variaciones significativas en el corto plazo.
- BYD: se queda con el 17,4%.
- Geely: pasa del 20% al 19,9%.
- SAIC: pasa del 38,1% al 37,6%.
Las consecuencias
Un dardo que tendrá consecuencias. España y Francia han mostrado su apoyo a la política de subir aranceles a los coches chinos. El fuerte rechazo de ambos países contra una industria que lucha en distintas condiciones a las de Europa se ha puesto de manifiesto en distintas ocasiones.
Por el lado contrario, Alemania no está a favor de esta práctica, postura a la contra avalada por países como Suecia y Hungría. Esta postura contraria pone sobre la mesa una inevitable reacción en el corto plazo: Beijing responderá contra Europa.
De hecho, apenas cinco días después del anuncio de la CE, China respondía atacando al cerdo europeo. Fuertes aranceles a la carne que afectarían principalmente a España, su principal exportador.